domingo, 1 de diciembre de 2013

MUSICOTERAPIA EN EDUCACIÓN ESPECIAL


La musicoterapia la consideramos como:
  • la terapia basada en la producción y audición de la mñusica
  • por sus resonancias afectivas
  • por las posibilidades que da al individuo para expresarse a nivel individual y de grupo
Se utiliza con éxito en numerosas instituciones especializadas en la reeducación de niños inadaptados y de Educación Especial debido a sus factores positivos, produciendo relajación o acción. Está demostrado que las inclinaciones y preferencias musicales de las personas pueden aportar cantidad de datos de extraordinario interés sobre su propia personalidad, carácter y comportamiento.
La música enriquece la vida, y por este motivo es necesario que rodee al niño discapacitado un ambiente rico y controlado en estímulos, puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psicofisiológico y social equilibrado.
El aspecto motiz y dinámico de la música hacen que su aplicación sea de vital importancia en algunas deficiencias observadas en niños discapacitados. Así encontramos de gran interés la adpatación de la musicoterapia a discapacitados psiquícos y físicos, niños con problemas de lecto-escritura, inadaptados…
La estructura de la música es un fiel reflejo de la estructura y el orden que reina en el mundo y que debe encontrarse en el ser humano, pero no sólo en el sentido intelectual del término sino también desde la perspectiva de sensibilidad.
E. Thayer Gaston nos expone tres principios fundamentales para la práctica de la musicoterapia:
  1. El establecimiento o restablecimiento de las relaciones interpersonales: Se refiere a la propiedad que posee la música de establecer relaciones interpersonales deseables a través de actividades grupales, ya que lo que predomina es la comunicación no verbal y esto conlleva la expresión de emociones y de acciones que no precisan de una organización lingüística ni de explicaciones.
  2. El logro de la autoestima mediante la autorrealización: Entendemos la autoestima como la confianza y la satisfacción que se hallan en uno mismo; es el respeto y la buena opinión acerca de uno mismo. La autorrealización y autosatisfacción  que siente un niño al conseguir una meta propuesta como puede ser cantar, tocar un instrumento, realizar una danza correctamente sin tener que comparar ni competir, es una de las metas que todo musicoterapeuta o profesor de Educación especial debe conseguir.
  3. El empleo del poder singular del ritmo para dotar de energía y organizar: El ritmo es orden, ya que ordena los sonidos en el tiempo. Sin él no exixte periodicidad. Es el elemento más estimulante generalmente entre los discapacitados psíquicos y físicos. Vivenciado de una manera espontánea y mediante ejercicios corporales, canciones rítmicas y manejo instrumental, podemos conseguir que ese mismo orden pase a formar parte de la experiencia del niño, mejorando las dificultades que pudieran presentar tanto a nivel de lenguaje como psicomotriz o de personalidad.
Entre los objetivos más importantes que persigue la aplicación terapeútica de la música con los niños de educación especial, destacaremos las siguientes:
  • Nuestro objetivo gereal no es formar músicos sino mejora la afectividad, la conducta, la personalidad y la comunicación
  • Dotar al niño de unas vivencias musicales enriquecedoras que estimulen su actividad psíquica, física y emocional
  • Vivencia del fenómeno musical en sus manifestaciones rítmicas, melódicas, armónicas e instrumentales
El musicoterapeuta de Educación Especial trabaja con ritmoterapia, meloterapia, armonoterapia y juegos musicales, y su propia forma de comprenderlos. Ha de conocer:
  • Los efectos de la música sobre la mente y el cuerpo
  • El método adecuado que debe utilizar en cada momento
  • Los contenidos técnicos del material con que trabaja
  • Las características y limitaciones de los niños con los que trabaje
La motivación va a ser la clave de toda actividad musical y la presentación de los ejercicios y las actividades ha de ser muy clara y desmenuzada. Para ello es preciso darles consignas muy claras y comprensibles, adaptadas a sus dificultades. Actuaremos lentamente para no producir ansiedad y procederemos gradualmente (los ejercicios re irán presentando prograsivamente aumentando poco a poco su dificultad. Hasta que no se haya superado una fase no se seguirá avanzando).
Los ejercicios han de ser variados, cortos y atractivos: si es posible en forma de juego, aunque cuidando de no minimizar la materia: Las audiciones musicales más interesantes son las que tienen piezas cortas y variadas para evitar la impresión de monotonía y despertar el interés. A la hora de sistematizar una programación tendremos en cuenta que ha de ser: continua, estructurada, relacionada con la teoría del aprendizaje y el desarrollo evolutivo del niño.

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